¿Conoce
el trastorno por conversión?
Dr. Mario G,
Maldonado, M.D., M.Sc., DESS.
Especialista en medicina del dolor y psiquiatría transcultural
Una
mujer de 27 años de edad fue llevada al servicio de
emergencias de un hospital por sus familiares.
La
paciente no podía hablar desde hace una semana. Días antes,
ella tuvo una discusión seria con su esposo y él la
abandonó. La paciente también no podía caminar, ella
afirmaba que sus piernas estaban casi paralizadas.
Además,
los familiares dijeron que la paciente sufrió de
convulsiones, parecidas a la epilepsia, hace unos dos años
cuando tuvo una discusión con su novio.
En
sus exámenes no se encontraron anomalías de la garganta que
pudiera explicar su mutismo. Los exámenes neurológicos
especializados tampoco indicaban evidencias de un problema
neurológico que haga pensar en una epilepsia, o daños
físicos del cerebro.
La
paciente fue hospitalizada durante tres días. Al segundo
día, cuando se realizaron todos los exámenes necesarios, la
paciente ya se sentía mejor, hablaba casi normalmente, y
parecía no preocuparse de su estado dramático de hace
solamente un día atrás. Ella también podía caminar sola.
El médico hizo un diagnóstico tentativo de un trastorno por
conversión.
En
un trastorno por conversión los pacientes sufren de síntomas
no-intencionales llamados motores (como dificultad para caminar,
tragar, hablar, orinar, abrir los ojos, etc.) y de síntomas
sensoriales (como pérdida de la sensibilidad en la piel,
visión doble, ceguera, sordera, alucinaciones, convulsiones,
etc.). Los ataques de conversión se manifiestan frecuentemente
como un síntoma único, por ejemplo la ceguera. Estos síntomas
aparecen usualmente después de conflictos interpersonales,
familiares o financieros.
Las
causas
El
trastorno por conversión se cree es producido por un conflicto
psicológico, sin embargo los síntomas sugieren un problema
neurológico serio. Aunque el sufrimiento de la o el paciente es
real, los médicos no suelen encontrar daños físicos en el
cuerpo, y los exámenes de laboratorio suelen ser normales.
Muchas
veces el médico negará la seriedad de la enfermedad diciendo
que “todo está en su mente”. Esta negación muchas veces
produce frustración y estigmatiza a las pacientes.
¿La
enfermedad es frecuente?
Se
estima que el trastorno por conversión es frecuente
especialmente en países en desarrollo. Mi experiencia clínica
sugiere que este problema es altamente frecuente entre las
mujeres ecuatorianas. Se estima que el 10 por ciento de las
personas que ingresan a un hospital lo padece. Entre las mujeres
que ya adolecen de alguna enfermedad, o aquellas que han tenido
un parto normal, la frecuencia es todavía más alta, 25 por
ciento de ellas sufre de síntomas de conversión. De manera
dramática las mujeres sufren de este trastorno 10 veces más
que los hombres.
Estudios
recientes sugieren que el trastorno por conversión puede ser
genético. Se ha constatado que las mujeres de madres con este
trastorno están 10 veces más a riesgo de sufrir de esta
enfermedad, y los hombres cinco más.
El
diagnóstico
Una
paciente debe satisfacer los siguientes criterios para
diagnosticarla con esta enfermedad:
-
Uno
o más síntomas o dolencias que afectan el sistema motor o
sensorial, y que sugieren una enfermedad neurológica o
física
-
Ffactores
psicológicos están asociados a la enfermedad, los
síntomas casi siempre siguen a problemas de vida o eventos
estresantes
-
El
síntoma no es intencional o fingido
-
El
síntoma no se debe a una enfermedad física ni al uso de
alguna droga
-
El
síntoma causa un sufrimiento real y afecta negativamente la
vida familiar, el trabajo, la calidad de vida
-
El
síntoma no es de tipo sexual o algún tipo de dolor.
El
tratamiento
El
tratamiento consiste en elaborar un plan terapéutico tomando en
cuenta el carácter agudo o crónico del trastorno por
conversión. Es muy importante que las enfermedades serias a las
cuales simula el trastorno de conversión sean estudiadas y
tratadas por un especialista.
Por
ejemplo, una parálisis súbita de la mitad del cuerpo puede ser
una urgencia médica debida a un accidente vascular del cerebro
y no un síntoma de conversión. Se han reportado excelentes
resultados con el uso del narcoanálisis, la hipnosis, la
psicoterapia comportamental, y los medicamentos psicotrópicos.
¿Las
terapias simbólicas o culturales ayudan?
La
psiquiatría moderna occidental admite con mayor determinación
el beneficio de algunas prácticas rituales, culturalmente
apropiadas que existen en sociedades no-occidentales. El
exorcismo, el vudú, las limpias realizadas en América Latina y
otros métodos similares parecen ayudar en casos de trastorno
por conversión.
En
el Ecuador tenemos muchas técnicas tradicionales indígenas que
pueden ser beneficiosas para algunos pacientes cuidadosamente
seleccionados, y mejor cuando se la combina con técnicas
psiquiátricas convencionales.
Las
terapias integrales y multidisciplinarias son muy efectivas para
el trastorno por conversión. La paciente debe recibir
oportunamente una intervención eficaz que consiste en usar
medicinas, seguida de una terapia que busca resolver los
conflictos personales y los problemas existentes en la familia.
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