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Sobreviviendo
a los ataques de pánico
Dr. Mario G,
Maldonado, M.D., M.Sc., DESS.
Especialista en medicina del dolor y psiquiatría transcultural
Los
ataques de pánico son un subtipo de ansiedad que la
psiquiatría define como un desorden psicológico caracterizado
por episodios de miedo intenso inesperados y recurrentes.
Además,
la persona siente miedo intenso de sufrir más ataques, de sus
consecuencias, y cambia su comportamiento debido a los ataques,
por ejemplo decide no ir al colegio, al trabajo o salir de la
casa. Una historia de caso, nos ayudará a entender mejor la
dolencia:
Carolina
es una estudiante universitaria de 20 años. Su primer ataque
de pánico ocurrió hace 7 meses durante una fiesta familiar.
En esa ocasión, sin causa aparente, ella se sintió rara,
mareada, le faltaba el aliento, y su corazón latía
frenéticamente. Carolina pensaba que se estaba volviendo
loca. Sus familiares la llevaron al hospital, en donde la
examinaron y le dijeron que se trataba de ansiedad. Ella
recibió una inyección de un tranquilizante. En los meses
siguientes, Carolina continuó sufriendo de ataques de pánico
súbitos. Ella estaba convencida que estaba perdiendo control
de su mente. Los ataques de pánico ocurrían inesperadamente
en el día, pero también por las noches mientras dormía, lo
cual la despertaba bruscamente. Carolina comenzó a evitar
ciertas cosas como café, alcohol, sus ejercicios de
aeróbicos, etc., por miedo de su frir un ataque de pánico.
Progresivamente, ella comenzó a evitar sus actividades como
ir de compras, ir a la biblioteca, e incluso ir a la
universidad. El solo pensar en hacerlo, le causaba una gran
tensión o ansiedad y cuando lo hacía le causaba un gran
miedo, casi incontrolable. Sus notas en la universidad
comenzaron a bajar drásticamente, ella devino depresiva y
pensó incluso en suicidarse, con el fin de parar su
sufrimiento. Una de sus compañeras de clase logró
convencerla de buscar ayuda psiquiátrica y Carolina
finalmente recibió tratamiento apropiado para sus ataques de
pánico.
La
magnitud del problema
Los
ataques de pánico son bastante frecuentes, parecen afectar al
menos a 10% de las personas en una comunidad. Los pacientes que
acuden a clínicas del corazón, pulmón y nariz-garganta,
parecen sufrir más de ataques de pánico (60%.) Además, las
mujeres son afectadas el doble que los hombres, y sus ataques de
pánico tienden a volverse crónicos y prolongarse hasta la
ancianidad. La enfermedad comienza generalmente a los 15-19
años.
Las
personas afectadas por ataques de pánico, sufren mucho, su
calidad de vida se deteriora, frecuentemente tienen problemas
familiares, y su rendimiento en el trabajo disminuye
grandemente. El costo para la paciente, la familia y la sociedad
son inmensos.
Tratamiento
El
tratamiento busca restaurar los desórdenes químicos del
cerebro. Existe una gran actividad científica sobre este tema y
se han descubierto muchos sistemas químicos afectados que se
cree causan los ataques de pánico. Las sustancias del estrés
como la norepinefrina, la del control de la ansiedad como la
GABA, etc., deben ser restauradas durante el tratamiento. La
psicoterapia combinada con la terapia con medicamentos parece
dar los mejores resultados. La psicoterapia cognitiva-behavioral
parece ser la más prometedora. Entre los medicamentos más
usados están los tranquilizantes menores y los antidepresivos.
El tratamiento es muy eficaz cuando se hace un diagnóstico
preciso. En la actualidad no hay razón para que una persona con
ataques de pánico continúe sufriendo de manera innecesaria.
Definición
de un ataque de pánico
Un
ataque de pánico es un episodio de corta duración (unos 10
minutos) de miedo intenso o incomodidad en ausencia de un
peligro real, que aparece de manera súbita y que alcanza su
clímax en unos 10 minutos. Se acompaña de los siguientes
síntomas:
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Palpitaciones
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Sudoración
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Temblor
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Falta
de aliento o dificultad para respirar
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Sensación
de ahogo
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Dolor
de pecho
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Náusea
o malestar abdominal
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Mareos,
o sensación de desmayo
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Despersonalización
(sentirse separado de uno mismo o del cuerpo)
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Miedo
de perder la cordura
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Miedo
intenso de morir durante el ataque
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Amortiguamientos
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Escalofríos
o calores
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