La
Telemedicina en el siglo XXI
La
medicina a distancia no es ficción
Dr. Mario G,
Maldonado, M.D., M.Sc., DESS.
Especialista en medicina del dolor y psiquiatría transcultural
El despunte del
siglo XXI en el Ecuador se caracteriza, en parte, por una
explosión del uso de la Internet y la creciente dificultad de
obtener servicios médicos de calidad.
Por otro lado, en el
país, la mayoría de los ciudadanos no pueden acceder a los
servicios médicos, o los servicios de salud disponibles son
escasos, caros, y de pobre calidad. Los conocimientos en
informática de la población podrían ser aprovechados para
mejorar los servicios de salud públicos y privados.
La telemedicina es
un nuevo método de servicios médicos, que usa las
telecomunicaciones (como la Internet) para brindar servicios
médicos a distancia. Esencialmente, el médico y el paciente se
comunican a distancia; la entrevista cara a cara desaparece
literalmente. La distancia puede ser corta de unos pocos
kilómetros, o muy grande de varios miles de kilómetros.
La telemedicina
en el mundo
Con el
establecimiento a mediados de los años noventa de la Internet
basada en el sistema operativo Windows, la popularidad de las
páginas web y del correo electrónico, entre otros, ha
aumentado rápidamente en todo el mundo. Al parecer, países con
grandes territorios como Australia, Canadá, Nueva Zelanda, y
los EEUU, están usando, cada vez más la telemedicina, para
servir a sus poblaciones rurales, de ancianos, y otras, algunas
severamente aisladas de los grandes centros médicos. Hoy, en
los EEUU, se estima que se hacen aproximadamente 200 millones de
consultas médicas por año.
Los
países en desarrollo también han seguido en parte esta
tendencia, seguramente debido al poco costo de los equipos
necesarios para implementar un sistema de telemedicina. Por
ejemplo, estaciones satelitales en Uzbekistán, conexiones
inalámbricas en Cambodia, y transmisiones por microondas en
Kosovo han demostrado la versatilidad y utilidad de sistemas
simples de la Internet para alcanzar áreas rurales remotas,
incluso en tiempos de guerra. Asimismo, los pequeños puestos de
salud en Papua, Nueva Guinea, podrían reemplazar sus
comunicaciones por radio instaladas en los años setenta,
mediante la Internet; todo con mínimos gastos. Se ha propuesto,
incluso que médicos extranjeros o estudiantes de Medicina ganen
experiencia en Perú, Guatemala, Afganistán, al brindar
servicios médicos por telemedicina.
Finalmente, médicos
versados en telemedicina están viajando a conferencias o
ausentándose largo tiempo (debido a una investigación
científica), sin perder contacto con sus pacientes. La
telemedicina además ha mostrado mucho potencial en las
teleconsultas entre los profesionales de la salud. Los
beneficios para la educación médica y soporte profesional son
indudables.
Los beneficios de
la telemedicina
La telemedicina es
una forma nueva de ofrecer servicios médicos. Por esta razón,
existen dudas sobre si todas las especialidades médicas pueden
usar la telemedicina, y sobre la eficacia de los servicios
médicos ofrecidos a distancia usando la Internet.
No todas las
especialidades pueden usar fácilmente la telemedicina. Pero
existen algunas que lo han utilizado con éxito y ya por algunos
años. La radiología probablemente es la especialidad que más
experiencia tiene en este campo. Las placas radiográficas
pueden ser digitalizadas y transmitidas por correo electrónico,
por ejemplo. Los nuevos aparatos de radiografía digitalizan las
imágenes directamente y estas pueden ser enviadas por la
Internet a cualquier parte del mundo inmediatamente.
La psiquiatría es
otra especialidad médica que usa frecuentemente la
tele-consulta entre profesionales y la Internet para atender al
paciente. La cardiología, la oftalmología, y la ortopedia la
usan también con frecuencia. La telemedicina parece ser muy
eficaz en el tratamiento de lesiones menores en la sala de
emergencias. Igualmente, la teleneurología es muy optimista en
el control de los derrames cerebrales en las regiones rurales.
Los estudios que
muestran la eficacia y la rentabilidad de la telemedicina no son
muchos, pero están en pleno desarrollo. Uno de los más
recientes estudios sobre este tema analizó la fiabilidad del
diagnóstico, la disminución de síntomas, la adhesión del
paciente al tratamiento, la satisfacción del paciente, y el
costo de la telepsiquiatría. Los investigadores de la
Universidad de Maryland en Baltimore, EEUU concluyeron que el
resultado final de los tratamientos a distancia usando la
telepsiquiatría, era igualmente bueno que los resultados del
tratamiento cara a cara. Asimismo, la satisfacción de los
pacientes, la adhesión al tratamiento y los costos eran
equivalentes. El consenso final es que la telemedicina y la
atención médica cara a cara son equivalentes.
Sin embargo, el
temor en algunas personas sigue debido a la presencia de
computadoras y la falta de contacto físico con el médico.
En cambio otras personas dicen que no hubiesen visitado a un
médico (hay que viajar, esperar en la sala de espera, etc) si
no le hubieran ofrecido la telemedicina (el contacto cara a
cara, les molesta a ciertos pacientes).
La telemedicina
en el Ecuador.
No existe una
presencia formal de la telemedicina en el Ecuador. Lo que hay
son pocas iniciativas individuales privadas que hacen uso de la
Internet para consultar artículos científicos-médicos,
comunicaciones esporádicas con pacientes, o para realizar
consultas por correo electrónico a otros profesionales de la
salud. El autor no conoce ningún proyecto formal de
telemedicina en el país que pueda atender pacientes a
distancia.
Una Clínica
Virtual en el Ecuador
La única iniciativa
privada que ofrece servicios de telemedicina es el Cross-cultural Clinic for Pain and Psychiatry. Es una clínica
virtual abierta en el 2000 en Quito. Su personal médico está
basado la mayor parte del año en los EE.UU. La atención
médica se la ofrece en cuatro idiomas: el Español, Quichua,
Francés, e Inglés.
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